Llenar el espacio con notas de guitarra, refugiarse en las cortinas detrás de ventanas que ven al infinito. Afinar las cuerdas, lanzarse al medio día, al tiempo, al ritmo, al contratiempo, romper el silencio.Desgastarse los dedos en las cuerdas, romperlas y callar. Solo eso hace falta.
Tres veces mierda, ahora se escaparon las ventanas.
viernes, febrero 02, 2007
Construí ventanas pero la luz no entraba. Apoyé la escalera en la pared y me fui. ¿Para qué me fui, si el jardin prometia ser eterno como el sabor de uvas en los labios?